Mitos falsos de la meditación

Quiero hablarte de la meditación y sus mitos. Para que veas que todo el mundo lo tiene a su alcance, que no es necesario ser especial para meditar, que cualquier persona, de cualquier edad, profesión, religión, pensamiento, puede meditar.

Es una herramienta muy beneficiosa, que una vez la aprendes, la tienes de por vida.

Seguro que hay mucha gente que piensa que meditar es difícil, pues no. Meditar requiere dedicación, como cualquier otra cosa. Es cuestión de práctica, como cualquier otra cosa. Es ponerle energía y ganas, como cualquier otra cosa. Pero no es difícil.

Esta creencia existe por el desconocimiento y el etiquetado místico que se le ha dado a esta práctica (que veremos otros mitos que tienen el mismo origen).

Al creer que ya es difícil, tienes una barrera que tú mismo te has creado. A esto se le llama creencias

limitantes, que no son más que obstáculos imaginarios que hacen que nuestra acción vaya condicionada por esta creencia.

Por tanto, la mejor manera de quitarse las barreras es pasando a la acción y probarlo. Con unas pautas y una guía, descubrirás que meditar no es difícil.

También hay mucha gente que piensa que meditar es dejar la mente en blanco, pues bueno, eso tampoco es cierto.

Dejar la mente en blanco si es una forma de meditación, pero que requiere mucha práctica y tampoco es necesario para meditar, ya que existen otros muchos métodos igual de efectivos.

Por lo que puedes definir la meditación como centrar la atención en una acción y no como dejar la mente en blanco.

Enfocar tu atención en una acción, como por ejemplo respirar, es ya una meditación en sí. Con ello consigues estar concentrado en una sola acción y en consecuencia calmar la mente, calmar los pensamientos, calmar estrés, nervios, cuerpo... es uno de los objetivos de la meditación.

Puedes haber oído que meditar es una práctica espiritual o religiosa, pues esto también puedo decirte que no es así. Hay muchas religiones que utilizan la meditación, pero esto no significa que sea una práctica exclusiva para fines religiosos. Puedes meditar para tu bienestar personal sin utilizar ningún afinamiento religioso. Es una práctica abierta, que nada tiene que ver con la adoración y la oración religiosa. Es una práctica para el beneficio y la salud de uno mismo. Si que es cierto, que al meditar se abren nuevos puntos de vista, nuevas formas de ver la realidad y sentirla y eso te puede llevar una espiritualidad que no tiene nada malo, porque solo es una evolución

personal para encontrar una paz interior personal. A mí una vez me dijeron que para meditar debes estar sentado con las piernas cruzadas (en postura del loto). La persona que me lo dijo realmente lo creía y por eso nunca había ido a meditar, porque esta postura le resultaba muy complicada e incómoda. Pues muy lejos de la realidad.

Si que es cierto que existen ciertas posturas que son aconsejables cuando meditas (espalda recta, pies en contacto con el suelo...) pero no son un requisito indispensable. Estas posturas se realizan por un tema energético, pero tú puedes meditar en la posición que más a gusto te sientas. De hecho existen meditaciones en movimiento, por ejemplo caminando, o como algunas prácticas de yoga. Las personas con movilidad reducida o problemas de articulaciones, pueden meditar en la posición que mejor estén, si no, sería una práctica negativa y dolorosa. Hay muchos más mitos, que más adelante me animaré a compartir, pero con estos

de momento, ya tenemos para empezar y ponernos a reflexionar. Solo te digo que la meditación no sólo tiene beneficios para ti, sino también para los que te rodean. Así es que te animo a que compruebes que realmente estos mitos son falsos y que solo se pueden decir cosas buenas de la meditación Namaste